Verano, sexualidad y pareja

Hay estudios que afirman que durante el verano aumenta la frecuencia con la que mantenemos relaciones sexuales. Pero son esos mismos estudios los que también nos dicen que después del verano y al finalizar el período de vacaciones crece el número de separaciones y divorcios.

Algo nos pasa en verano, y en este post te ayudo a descubrirlo.

Es cierto que la población más joven es la más propensa a disfrutar de nuevas sensaciones en esta época. ¿Por qué sucede? Primero, psicológicamente están más predispuestos a ello, y esto hace que sientan un aumento del deseo. También intervienen otros factores: salen más, tienen mayores interacciones sociales, y su contexto les facilita ese acceso a una mayor cantidad de personas.

Sexualidad y pareja

sexualidad y pareja

¿Qué pasa en vacaciones?

Las vacaciones son sinónimo de desconexión, de relax, de diversión. Baja nuestro nivel de estrés, practicamos más actividades de ocio, disfrutamos más y, en definitiva, aumentan nuestras sensaciones de placer. La sexualidad es también placer, por eso, quizás no existe mejor momento para disfrutar en este sentido.

En no pocas ocasiones, el alcohol también es protagonista en la época vacacional. Muchas personas creen, erróneamente, que esta sustancia les ayudará a desinhibirse en la búsqueda de relaciones. Pero nada más lejos de la realidad: el alcohol tiene numerosos efectos negativos para la salud en general, y para la salud sexual en particular. En los hombres, puede provocar dificultades para tener una erección o la pérdida de la misma. En las mujeres, falta de lubricación. Y en ambos, dificultades para alcanzar el orgasmo.

Esto tiene una explicación muy sencilla: el alcohol es un depresor del sistema nervioso, por lo que ralentiza o disminuye su funcionamiento (movimientos lentos y torpes, pérdida de reflejos, etc.), y la respuesta sexual es un proceso neurológico, de modo que también se verá claramente afectada.

El verano y las fantasías sexuales

Es también en verano cuando más nos apetece poner en práctica algunas fantasías sexuales. La sexualidad es un proceso complejo (en el buen sentido), cargado de matices, y, donde, según la erótica personal, existirán unas preferencias u otras en este sentido.

Algo sí es cierto: cuanto más cercana a la realidad se encuentra la fantasía, más excitación nos produce y más se desea, independientemente de que se puedan dar las circunstancias para llevarla a cabo.

La otra cara del verano

No todo es perfecto en verano, ni mucho menos. No olvidemos que, a veces, se producen situaciones que pueden resultar negativas para muchas personas. Por ejemplo: hay parejas que esta época sufren una falta de intimidad. También son muchas las personas que pasan las vacaciones en familia y realizan actividades de ocio en grupo.

Esto puede resultar contraproducente, pues la pareja necesita momentos de intimidad, y compartir la totalidad de las vacaciones con amigos o familiares puede provocar que haya menos momentos para comunicarse y, más aún, en el plano sexual.

¿Es cierto que el verano causa más divorcios?

No, no son las vacaciones las que provocan la separación o el divorcio. Pero sí es verdad que en esta época suele cambiar la forma de convivencia con la pareja. Tenemos menos tareas y obligaciones que nos mantengan ocupados, pasamos más tiempo juntos, a veces se invade la intimidad del otro… Todo esto aumenta las probabilidades de que afloren con más frecuencia los conflictos.

Si tenemos más tiempo libre, es más fácil que pensemos y reflexionemos sobre nuestra pareja, nuestra relación y establezcamos comparaciones con lo que realmente queremos.

Esto puede ir unido a una posible acumulación de conflictos:

  • Una mala comunicación
  • No compartir de forma igualitaria las tareas domésticas.
  • La responsabilidad con el cuidado de los hijos o de familiares dependientes.
  • Los compromisos sociales no deseados con amistades o familiares.
  • Problemas en las relaciones sexuales.
  • Una inadecuada gestión de la afectividad.
  • Dificultades económicas.

Todas estas coyunturas nos pueden volver más irascibles, alterar nuestro estado de ánimo, y, por tanto, agravar la situación, lo que finalmente puede abrir la puerta a que acabemos planteándonos una separación o divorcio.

Mi recomendación es aprovechar estos días de descanso y desconexión para dejar a un lado el estrés diario y disfrutar de las cosas sencillas, dejando que poco a poco la distensión nos ayude a experimentar un mayor placer.

Terapia sexual y de pareja

Si existen problemas en la pareja, también podemos buscar ayuda profesional. En nuestra consulta somos especialistas en terapia sexual y de parejas, y estaré encantada de asesorarte y guiarte en estos ámbitos.

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